En el olvido parece para Marc Márquez el infierno que supuso Mugello hace tan sólo un año. Hasta cinco caídas y el único cero del año junto al caos de Australia. Una de ellas, el viernes en los entrenamientos, escalofriante a casi 300 km/h. Tras el primer contacto, él mismo proclama que los miedos están olvidados.
"Comencé con algunas dudas en mi mente. Pero he visto que las cosas han cambiado por completo después de un año de experiencia. Me sentí muy cómodo sobre la moto y espero seguir mejorando", afirmó tras marcar el mejor tiempo del viernes.
La única duda en Mugello, la de si alguien evitará la sexta victoria consecutiva del fenómeno de Cervera. Y todas las miradas están puestas en Valentino Rossi aquí en casa pero, de momento, el líder del Mundial ha querido dejar las cosas claras.
Diferencias con Jerez y Le Mans
Márquez, que en la previa manifestó que tenía muy presente la caída del pasado año (la única que le impidió terminar una carrera en todo el Mundial), detuvo el crono en 1:48.004, aunque antes habían liderado el primer entrenamiento el propio Rossi (segundo finalmente) y el también italiano Andrea Dovizioso, que quiere destacar con laDucati tan acostumbrada el trazado.
"Es un circuito bastante diferente a lo que teníamos hasta ahora, como Jerez y Le Mans". "Hay que dejar correr mucho la moto y no se puede frenar muy fuerte, que es quizás nuestro punto fuerte, frenar la moto y pararla", añadió el campeón del mundo, que se puso al frente de la tabla casi al final del FP1, con algunas llamativas caídas como la dePol Espargaró y Álvaro Bautista. Jorge Lorenzo sólo pudo ser quinto y Dani Pedrosa, undécimo.
Después, en la segunda sesión apareció la lluvia y ya pocos se atrevieron a rodar. Los cielos encapotados de la Toscana amenazan el fin de semana, sobre todo el domingo. Así que es probable una carrera en mojado, con todo lo impredecible que pueda resultar.